Realmente necesitas hacer ejercicios cardiovasculares?

¿Qué es más efectivo para perder grasa, el cardio o el entrenamiento de fuerza?

La mayoría de los aficionados al acondicionamiento físico, los “guerreros de fin de semana” o cualquiera que trate de ponerse en forma o perder grasa corporal, consideran como un «hecho» que necesitan ejercicio «cardio» para lograr estas metas. Ni siquiera se lo preguntan. Sin embargo, yo no sólo lo cuestiono, ¡sino que lo voy a refutar!

De hecho, te sorprenderá saber que algunas de las personas más delgadas y preparadas que conozco (hombres y mujeres) NUNCA hacen ningún tipo de cardio normal o tradicional. Y he pasado más de 15 años ejercitándome en varios gimnasios, y he frecuentado a atletas de todo tipo, así que lo he visto todo.

Te diré que puede haber un espacio para ejercicios cardio de leves a moderados para personas con mucho sobrepeso o para personas que no estén en buena condición física, pero incluso en esos casos, puede haber métodos más eficaces.

Pero, ¿Qué es exactamente el «cardio»?

La mayoría de la gente piensa que el cardio es correr sin pensar en una caminadora, pedalear en una bicicleta estacionaria, o deslizarse en una máquina elíptica, mientras mira la pantalla del televisor en su gimnasio ultramoderno. Esto es lo que yo llamo «cardio tradicional». Hmmm, no es de extrañar que la mayoría de la gente se aburra con sus entrenamientos y renuncie después de un par de meses sin ver resultados.

Pero si lo piensas mejor, «cardio» puede considerarse cualquier tipo de ejercicio o actividad que fortalezca el sistema cardiovascular. No voy a entrar en nada técnico, como aumentar tu VO2 máx. (volumen máximo de oxígeno) ni nada de eso. Para hacerlo simple, si hace que tu corazón bombee rápido, y te hace jadear y resoplar… es cardio. No me importa si estás usando mancuernas o pesas y si todo el mundo lo llama un ejercicio de entrenamiento con pesas… aun así, sigue acondicionando tu corazón.

Echemos un vistazo a un par de ejemplos. Haz una prensa con barra (o con mancuernas, o pesas rusas), por ejemplo, que consiste en levantar una barra desde el suelo hasta los hombros y luego empujar presionando hacia arriba por encima de la cabeza. Y escuchen, señoras, porque aunque éste se considera generalmente un ejercicio varonil, no importa que no estés levantando más de 100 kg; si 20 kilos es un reto para ti, entonces te beneficiará en la misma medida.

A primera vista, la mayoría de la gente piensa en la prensa con barra sólo como un ejercicio de entrenamiento con pesas o un ejercicio de fuerza. Sin embargo, te reto a que hagas unas 10 a 15 repeticiones. Si has utilizado un peso lo suficientemente desafiante, te darás cuenta de que tu ritmo cardíaco es, probablemente, de hasta alrededor de 80-90% del máximo recomendado para ti, y que estás jadeando y resoplando como si acabaras de correr una carrera de velocidad de 100 metros (que, por cierto, las carreras de velocidad superan siempre al trote si buscas la forma más fácil de perder la flacidez rápidamente).

Intenta lo mismo con una serie de 20 repeticiones de agarres con un brazo, o giros con una pesa en cada brazo (2 ejercicios especiales del manual La Verdad sobre los Abdominales Perfectos), y dime si no sientes tus piernas quemando, el corazón latiendo rápidamente, y si no estás sin aliento. ¿Y qué tal si pruebas 5 minutos consecutivos de hacer sentadillas con el peso del cuerpo, rotando con zancadas, y lagartijas con muy poco descanso entre ellas? Una vez más, ¡notarás tu corazón palpitando, el sudor que resbala de tu cuerpo, y el pecho agitado por la respiración!

¡Pruébalo y dime que no estás acondicionando tu corazón con este estilo de entrenamiento! El pensamiento convencional dice que estos son ejercicios de entrenamiento con pesas o de entrenamiento de fuerza. Sin embargo, también están cumpliendo con tus necesidades de entrenamiento cardiovascular.

No sólo ahorras tiempo, sino que fortaleces y acondicionas casi todos los músculos del cuerpo con estos ejercicios de cuerpo completo, si los haces con suficiente intensidad … algo que no puede decirse de la aburrida bicicleta fija o el paseo en la caminadora mientras lees o ves televisión.

¡Leer o ver televisión mientras haces ejercicio es una broma!

En serio, si puedes leer o ver televisión mientras haces cualquier ejercicio, no te estás concentrando lo suficiente en lo que estás haciendo, además de que probablemente no estés trabajando con la intensidad necesaria como para ver resultados reales.